Cuando se trata de disfrutar de un festín de costillas, los amantes de la barbacoa a menudo se debaten entre dos tipos principales: las costillas St. Louis y las baby back. Aunque ambas provienen del cerdo y son exquisitas cuando se cocinan correctamente, poseen diferencias significativas en sabor, textura y métodos de cocción preferidos. En este blog, exploraremos estas diferencias, sus cualidades únicas y sus métodos de cocción, así como los orígenes de cada tipo de costilla.
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Las costillas St. Louis son un corte específico de las costillas de cerdo que se ha recortado para tener una forma más uniforme y rectangular. Este tipo de corte proviene específicamente de la parte inferior del lomo de cerdo, conocida como las spare ribs. Lo que distingue a las costillas St. Louis no es solo su forma, sino también que incluyen una mayor cantidad de carne entre cada hueso y una capa superior de grasa que proporciona un sabor rico y jugoso durante la cocción.
Su nombre nos da una pista directa con la ciudad de St. Louis, Missouri, este corte fue popularizado principalmente por los carniceros de esa ciudad, quienes perfeccionaron este estilo de corte para obtener un producto que fuera atractivo tanto en términos de presentación como de sabor.
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Las costillas St. Louis son ideales para ahumar o cocinar a baja temperatura durante varias horas. Debido a su mayor contenido de grasa y carne, resisten bien los métodos de cocción lenta, lo que permite que la grasa se funda y la carne se vuelva tierna y jugosa. Son especialmente populares en competencias de barbacoa, donde el ahumado lento es esencial.
Las costillas baby back, o pork back ribs, provienen de la parte superior de las costillas, cerca de la espina dorsal, justo debajo del lomo. Son más cortas que las costillas St. Louis y tienden a ser más curvadas y magras. La carne es tierna y se encuentra tanto entre los huesos como encima de ellos.
El nombre «baby» proviene del tamaño más pequeño de las costillas comparado con otros cortes más grandes como las costillas St. Louis. Son populares en todo el mundo, pero tienen una fuerte asociación con la cocina estadounidense moderna de barbacoa.
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Las costillas baby back son excelentes para asar u hornear. Debido a que son más magras que las costillas St. Louis, el tiempo de cocción es generalmente más corto. Muchos cocineros prefieren envolverlas en papel de aluminio durante parte del proceso de cocción para mantener la humedad y asegurar que la carne se mantenga jugosa y tierna.
Las St. Louis son conocidas por su rica textura y su potencial de sabor debido a la mayor cantidad de grasa. Las baby back, por otro lado, son apreciadas por su carne tierna y delicada, que es sutilmente dulce.
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