Se trata del hongo comestible más caro del mundo. Su aroma volátil y su delicioso sabor hacen que este exclusivo fruto de la naturaleza se convierta en joya gastronómica. Se desarrolla de forma subterránea la tuber magnatum, también conocida como trufa blanca.
Recibe ese nombre por la coloración de su pulpa, que simula al color del marfil. Aunque a veces tiene tonos pardos.
La trufa blanca (tuber magnatum) es una exquisitez de la gastronomía mundial. Tiene forma de tubérculo, carnoso y envuelto por una fina corteza. Pueden llegar a pesar hasta unos 700 gr, se hace torneos de caza de trufa.
Expertos paleontólogos han encontrado en Egipto jarrones de 1000 años a.C. que hablan sobre la preparación de este hongo. En toma la trufa era considerada una de las delicias silvestres mas exquisitas.
La trufa blanca crece que crece en el Piamonte italiano en estado silvestre, se desarrolla en las llanuras aluviales bien drenadas, con suelos margoso-calizos de gran porosidad y una altitud de entre los 400 y 800 sobre el nivel del mar.
Tiene que haber abundantes lluvias, entorno sombrío, pocos cambios térmicos. En la antigüedad se creía que donde caía un rayo se formaban las trufas.
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La trufa en un hongo que crece entre los 7 y 60 centímetros debajo del suelo, por lo que es necesario utilizar animales para su búsqueda.
El mejor animal para encontrar las trufas es el cerdo, que por naturaleza la busca para alimentarse, pero el problema es que las encuentra y se las come. Es por esa razón que utilizan perros entrenados con el aroma de la trufa, para poder encontrar el hongo.
La trufa blanca solo puede ser cazada, no puede ser cultivada. Utilizan a los perros entrenados, una pequeña pala y mucha destreza. La caza solo puede ser durante el otoño, desde el 21 de septiembre hasta el 31 de enero. Esa es la razón por la cual es demasiado costosa.
Aporta una cantidad de propiedad y beneficios parta la salud.
También posee vitamina C, vitaminas B2, B3, B9, potasio, fosforo, yodo, selenio, hierro, calcio y azufre
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La trufa negra se puede cultivar, la blanca no. Crece en estado silvestre en un terreno húmedo e impermeable donde no hay mucha tierra. Debajo de la tierra tiene que haber piedras, para evitar que se acumule y se pudra la trufa.
La trufa blanca tiene un aroma más profundo, más elegante. Un sabor muy peculiar, con toques de ajo y picante.
Para conservarla, se debe meter en el frigorífico a una temperatura de entre 3° y 6°C, envuelta en papel toalla absorbente húmedo y dentro de un recipiente de vidrio hermético.
Las trufas pueden conservarse muy bien alrededor de una semana, pero deben ser consumidas lo más rápido posible.
Nunca deberías guardarla en aceite, ni en arroz o dejarla al ambiente.
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